viernes, 26 de marzo de 2010

Las frutas del bosque son una delicia

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¿Quién no recuerda el sabor de las moras o frambuesas recién cogidas en el campo? Las frutas del bosque son un excelente alimento que se destaca por sus propiedades nutritivas y, sobre todo, por su sabor.

Estas pequeñas pero sabrosas frutas de temporada aún es posible recoger a mano y comer, mientras se camina por muchos de nuestros montes y riberas. Deja que se deshagan en tu paladar creando las más dulces sensaciones.

Existen pocas sensaciones tan placenteras para nuestro sentido del gusto como el de una fresa, una mora, o una grosella deshaciéndose en nuestro paladar. Las frutas del bosque no sólo son nutritivas y ofrecen muchas posibilidades en la cocina, sino que son una explosión para nuestros sentidos, sobre todo, para el del gusto.

Lo que no cabe duda es de que su presencia en la gastronomía despierta nuestras papilas gustativas y nos hace disfrutar de su sabor. ¿A quién no se le hace la boca agua?

Su colorido consigue atraer la mirada del consumidor y por eso resulta una buena opción para el detallista que quiere decorar sus platos. Y es que la viveza de sus colores unido a su sabor, en la mayoría de los casos agridulce, hace que cada vez sean más utilizados en la elaboración de compotas, mermeladas, yogures y otros productos transformados.

Las frutas del bosque contienen, sobre todo, agua, de ahí su valor refrescante que se ve potenciado por su tradicional sabor ácido. Por ese motivo, se han preparado zumos y toda clase de refrescos con ellas.

Estas frutas deliciosas son bayas que cuando están maduras su color es intenso y brillante. Son una materia prima imprescindible para la confección de helados y de otros postres. Se usan sobre todo en pastelería. Sin embargo, consumidas frescas son excelentes.

Una moderna manera de consumir las frutas del bosque es congeladas. En congelación, están disponibles todo el año a un precio razonable y manteniendo todo su sabor y valor nutritivo.
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